Chico conoce a chica, o viceversa.
Hay algo denso en el aire que se
puede confundir con electricidad. El tiempo baja una marcha, como si se
quisiera enterar bien de lo que está pasando. Alguien pasa cerca y se gira,
sonríe y sigue caminando... "ah, yo he estado allí", piensa. Uno de
los dos esboza una sonrisa y el otro abre mucho los ojos, sorprendido, casi
asustado. Creo que yo soy el sorprendido y ella es quien sonríe. Hay alguna
palabra titubeante, hay algo que parece magia, hay música de fondo, hay
colores, hay... hay un estruendo cuando la densidad se convierte en tensión. Y
en dudas.
Yo ya no me acuerdo de cómo se hacía esto y ella sigue sonriendo, pero
sólo con los labios, en los ojos hay otra expresión. Me está estudiando. Y yo no
sé qué ve. Más dudas. En este punto de la historia, no sabemos nada uno del
otro. No sabemos todo lo que va a venir después.
Pero aquí, en la primera
sonrisa, en el primer encuentro, hacemos la primera pausa.